Tratamiento oral VS Tópico

¿Tratamiento oral o tópico para la onicomicosis?

El reto

En el mundo de la podología, nos encontramos con un reto constante: el Tratamiento de la onicomicosis: ¿oral o tópico?. La onicomicosis es una afección de las uñas que puede ser dolorosa y estéticamente incómoda.

Pero antes de abordar las opciones de tratamiento, es crucial entender la importancia de tener un marco legal sólido en la podología. En México, como en muchos otros países, nos enfrentamos a restricciones y falta de reconocimiento en el sistema de salud nacional, esto nos lleva a la necesidad de luchar por la inclusión en otras especialidades y la formación de grupos multidisciplinarios para brindar la mejor atención posible a nuestros pacientes.

El tratamiento de la onicomicosis

Una de las claves para un tratamiento efectivo es la comprensión de los fundamentos biológicos. La piel, nuestro órgano más extenso, se renueva cada 30 días en promedio. Este dato es crucial para comprender la eficacia de los tratamientos, especialmente cuando se trata de onicomicosis. La tasa de recambio epidérmico, es decir, la frecuencia con la que se reemplaza la piel y la tasa de crecimiento ungueal son factores determinantes en el proceso de curación.

Cuando hablamos de onicomicosis, es esencial reconocer las diferentes presentaciones que esta afección puede tener en las uñas. Desde la típica micosis subungueal distal hasta la forma total, donde la uña se deteriora significativamente, debemos tener en cuenta todas las variables al elegir el tratamiento adecuado.

En el mundo de la podología, nos enfrentamos a decisiones importantes en cuanto a los tratamientos. Es de vital importancia para el proceso clínico – diagnostico el contar en estos casos con la valiosa ayuda de los procesos de diagnóstico de laboratorio para poder hacer discriminación a través de un cultivo y lograr con ello la identificación positiva o negativa del microorganismo directamente responsable de la afección ungueal y con ello poder dirigir de manera más precisa el tratamiento a implementar. Una de las principales consideraciones es si utilizar un enfoque oral o tópico. Los tratamientos tópicos, que se aplican directamente sobre la lesión, ofrecen ventajas en términos de facilidad de administración y menor riesgo sistémico. Sin embargo, no debemos subestimar la importancia de la aplicación adecuada y la constancia en estos casos.

Tratamiento tópico en onicomicosis

Entre los tratamientos tópicos, encontramos antimicóticos que actúan en el estrato córneo de la piel, como el clotrimazol, que es eficaz en el control de la micosis y puede usarse en la prevención. Sin embargo, estos medicamentos no muestran eficacia sobre la lámina ungueal, por lo que su uso se reserva a la piel y pueden requerir aplicaciones más frecuentes debido a su corto tiempo de acción en la piel.

Otro enfoque tópico es el ácido undecilénico, que ayuda a controlar los síntomas de la micosis. Es un tratamiento altamente efectivo, pero debemos tener en cuenta que no es eficaz contra todas las formas de hongos, por lo que es crucial el diagnóstico preciso.

Tratamiento oral en onicomicosis

Cuando consideramos tratamientos orales, como el itraconazol, debemos ser conscientes de que son seguros para pacientes con diabetes y tienen una alta eficacia. Sin embargo, estos medicamentos deben administrarse bajo supervisión médica y durante un período prolongado, generalmente desde 4 a 10 meses dependiendo del grado de invasión de la uña y el tipo de onicomicosis, así como los factores predisponentes que pueden generar resistencia a la eficacia del tratamiento (enfermedades metabólicas, insuficiencia arterial, etc.)

La elección entre tratamiento oral y tópico depende de muchos factores, incluida la gravedad de la infección, la adherencia del paciente y las características individuales. Es importante hacer mención que las opciones terapéuticas tópicas para las uñas son limitadas y se resumen a la utilización de la Amorolfina y el Ciclopirox como tratamientos autorizados y con eficacia real y demostrada. No hay una respuesta única, y cada caso debe evaluarse cuidadosamente.

Finalmente, es esencial recordar que la podología es una disciplina que requiere un enfoque minucioso y ético. No debemos caer en tratamientos mágicos o drásticos que puedan dañar a nuestros pacientes. La integridad de la uña y la salud general del paciente deben ser nuestras principales preocupaciones.

Conclusión

En conclusión, el tratamiento de la onicomicosis es un desafío que involucra consideraciones legales, biológicas y terapéuticas. Nuestra responsabilidad como podólogos es brindar el mejor cuidado posible, siempre con ética y conocimiento actualizado.